¿Podéis hacernos una breve presentación y comentarnos por qué venís al Centro de Día de rehabilitación de Daño Cerebral AGREDACE?
FERNANDA: Soy Fernanda García soy del Valle del Zalabí (Granada), tengo 62 años, trabajaba como limpiadora. Hace 10 años sufrí un ictus, estando haciendo conserva me empecé a encontrar muy mal, mareos y vómitos. En seguida llamaron a mi madre y me llevaron al hospital de Guadix donde posteriormente me trasladaron en helicóptero al hospital de traumatología de Granada donde entré en coma durante 15 días. De esos días no tengo recuerdo.
En la actualidad, tengo dificultad en la movilidad, principalmente en el aseo y algunos despistes de atención. Por lo que vengo a Agredace, donde asisto con regularidad para mejorar en la medida de lo posible mi autonomía.
MARIA: Me llamo María Gómez soy de Beas de Granada, tengo 72 años, un marido extraordinario, una hija y un hijo, 3 nietas y 2 nietos [se emociona]. He sido peluquera en Barcelona y Granada.
Vengo a Agredace porque me dio un ictus en 2013. Estando cocinando me di cuenta de que no podía hablar, mi marido estaba en el campo y yo estaba sola en casa, así que como pude lo llamé y enseguida recuerdo estar en el hospital de Granada.
En el hospital le dijeron a mi familia que no saldría adelante, pero ellos no perdieron la esperanza y aquí estoy. Mi vida ha cambiado un 100% no puedo trabajar como yo trabajaba y tampoco puedo moverme como yo lo hacía antes.
¿Qué es el coronavirus y como ha repercutido en vuestras vidas?
FERNANDA: Un virus malo que ha venido a la atmósfera, por el que ha muerto mucha gente. Y esperamos que no haya una tercera ola. No hemos podido venir a la rehabilitación, y los días se han hecho muy largo en casa sin poder ver a la familia.
MARIA: Yo en eso no pienso. El pez que nos va a tragar la boca la tiene abierta. Lo que si sé, es que he tenido que estar encerrada y no he podido disfrutar de mis nietos y mis hijos como me hubiera gustado.
¿Cómo ha sido vuestra reincorporación al centro y como es ahora vuestro día a día aquí?
FERNANDA: Tenía muchas ganas de volver. Aquí hacemos actividades grupales y recibo sesiones individuales de logopedia, neuropsicología, fisioterapia y terapia ocupacional con unos magníficos profesionales para mejorar la movilidad y la autonomía.
MARÍA: Tenemos que seguir una serie de indicaciones nuevas para cuidarnos en salud, pero por lo demás seguimos riendo, haciendo trabajos manuales y disfrutando de la compañía y la amistad que tenemos aquí. Aprecio mucho a todos los compañeros y trabajadores del centro, con los que he aprendido muchísimas cosas que no sabía hacer antes.
¿Qué os aporta el centro de día de rehabilitación de daño cerebral?
MARIA: A tener 2 pares en la vida y a afrontar los problemas tras el ictus. Yo si tengo que decir al pan pan y al vino vino lo digo. Son todos muy apañados, me ayudan día a día a mantenerme física y mentalmente activa.
FERNANADA: He notado mejoría desde que vengo al centro. Estoy muy a gusto y contenta, es un entorno familiar y satisfactorio. Me siento como en casa, me ayudan a ir al baño, no se olvidan de mi. Ojalá me hubiera enterado 7 años antes, pero más vale tarde que nunca.