En Agredace, nos preocupamos profundamente por el bienestar de las personas que han sufrido un Daño Cerebral Adquirido (DCA) y sus familias. Sabemos que esta lesión repentina en el cerebro puede tener un impacto significativo en la vida diaria y en la dinámica familiar. Por eso, nos complace compartir con ustedes un valioso recurso que hemos preparado: «Recomendaciones para el cuidado de personas con Daño Cerebral Adquirido».
Este documento ha sido elaborado con el objetivo de brindar apoyo y orientación a los familiares de personas que han sufrido un DCA. Sabemos que el cuidado de un ser querido con esta condición puede ser desafiante, y es por eso que queremos ofrecerles herramientas prácticas y consejos útiles para facilitar este proceso.
En este recurso, encontrarán información detallada sobre diversos aspectos del cuidado de personas con DCA. Desde la atención
Aquí os dejamos los 10 puntos claves de la guía:
- Mantener una postura adecuada, con los pies paralelos, rodillas extendidas y peso distribuido de manera equitativa en ambas piernas.
- Proporcionar orientación espacial y temporal a través de calendarios, relojes y notas visibles en el entorno.
- Brindar cuidado físico, como higiene, bipedestación y manejo de la espasticidad. Manteniendo una higiene adecuada, prestando especial atención a la mano hemipléjica para evitar acumulación de humedad y malos olores
- Comunicarse de manera clara y concisa, utilizando instrucciones breves y sencillas para facilitar la atención y comprensión.
- Utilizar dosificadores de pastillas y corta pastillas para facilitar el control de la medicación.
- Estimular la memoria y la atención a través de actividades estructuradas y ejercicios que mantengan la atención.
- Mantener la mano en extensión y utilizar ortesis según las indicaciones de los profesionales.
- Seguir las indicaciones de los profesionales de la salud y comunicar cualquier cambio o duda.
- Utilizar estrategias compensatorias para paliar los efectos de un déficit atencional, como programar descansos regulares y realizar tareas que requieran mayor esfuerzo cognitivo en momentos de mayor atención.
- Distribuir la tarea de cuidar a la persona con DCA entre varias personas para evitar sobrecargar a un único cuidador y prevenir el «síndrome del cuidador quemado».