En los últimos años, el auge de las nuevas tecnologías ha ampliado el espectro de posibilidades de tratamiento de pacientes con daño cerebral adquirido.  Si bien estos programas no sustituyen el contacto, soporte, esfuerzo y supervisión del terapeuta, lo complementan e introducen elementos que estimulan a los pacientes, dinamizando el proceso de rehabilitación. Permiten además, analizar su ejecución de manera fiable, monitorizando sistemáticamente el rendimiento del paciente, así como  brindarle un feedback, reforzando su atención y aprendizaje y aumentando su conciencia de déficit.

Ello requiere un entrenamiento específico del terapeuta, que debe ayudar al paciente a desarrollar estrategias compensatorias y transferir los aprendizajes a situaciones de la vida cotidiana, y se necesita realizar una adaptación de los programas a las capacidades y déficits de cada paciente y a su momento evolutivo.  

Algunas herramientas con gran potencial en esta área son la Telerrehabilitación, los Dispositivos Tecnológicos de Ayuda Externa y la Recreación de Escenarios de la Vida Cotidiana mediante Realidad Virtual (RV) Realidad Aumentada (RA).

La primera brinda la posibilidad de extender la atención neuropsicológica fuera del centro hospitalario en un entorno más ecológico y a un coste sostenible, mediante intervenciones terapéuticas a distancia e individualizadas a través de plataformas informáticas, lo que aumenta la adherencia terapéutica y sirve para facilitar información al paciente y sus familiares. Es especialmente útil  en pacientes con déficit funcional residual o que no sean candidatos de continuar el tratamiento rehabilitador y requiere de una infraestructura tecnológica básica en el domicilio (ordenadores con conexión a red).

Entre las ayudas externas útiles destacan las alarmas, los teléfonos móviles, las agendas electrónicas y  los ordenadores. Estas herramientas permiten compensar déficits mnésicos, planificar, controlar gastos  o planificar el tiempo.  La automatización de los pasos a seguir compensa las dificultades en pacientes con la memoria gravemente dañada. Dentro de esta categoría tenemos también  las llamadas “ayudas técnicas a la comunicación”, que sirven como complemento del tratamiento logopédico en afectaciones tanto del  lenguaje como del habla.

En cuanto a la rehabilitación cognitiva mediante realidad virtual esta permite al sujeto interactuar con el mundo virtual en tiempo real y sumergirse en un entorno creado artificialmente, potenciando su motivación mediante escenarios visualmente interesantes.

Usuario de Agredace durante una sesión con realidad virtual.

En los últimos años la RV se ha empleado como instrumento de evaluación y rehabilitación de las funciones cognitivas superiores en numerosos estudios, y se han creado varias aplicaciones para el reaprendizaje de actividades de la vida diaria, simulando distintos entornos con tareas de varios niveles de dificultad en los que se puede fijar el número de intentos permitidos, a fin de incentivar el esfuerzo y el desarrollo de estrategias adecuadas.

La validez ecológica y la posibilidad de generalización de estos aprendizajes están garantizadas en la medida  en que los  escenarios reflejen el mundo real y los elementos de situaciones cotidianas.

A diferencia de estos universos virtuales, la realidad aumentada (RA) enriquece el mundo real con objetos virtuales, y le permite interactuar con éstos mientras mantiene contacto con el mundo real.

Redactado por Laura Alex Jiménez (Psicóloga).

Referencias

Sánchez-Carrión, R; Gómez Pulido, A; García-Molina, A; Rodríguez Rajo P. y Roig Rovira, T. (2011). En Tecnologías aplicadas a la rehabilitación neuropsicológica. Bruna, O. Rehabilitación neuropsicológica: intervención y práctica clínica. pp 131-139. Madrid: Masson.

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