Actualmente existe una alta prevalencia de personas con daño cerebral adquirido por distintas causas. El papel de la neurorrehabilitación para su reinserción sociolaboral explica que el aprendizaje motor haya alcanzado relevancia en la investigación. No sólo para comprender más sus teorías, también para obtener beneficios al trasladar esos conocimientos a la aplicación clínica. Por ello, conviene identificar previamente los conceptos de control y aprendizaje motor, así como también sus correspondientes teorías. Dicha información se expone a continuación.
¿QUÉ ES EL CONTROL MOTOR Y CUÁLES SON SUS TEORÍAS?
El control motor se refiere a un conjunto de procesos que lleva a cabo el cerebro para mantener un dominio sobre los movimientos que realiza el individuo. Las teorías que explican el control motor son ocho y se mencionan a continuación: teoría refleja, teoría jerárquica, teorías de la programación motora, teoría de sistemas, teoría de la acción dinámica, teoría del procesamiento de distribución en paralelo, teoría orientada a la actividad y teoría ecológica.
¿QUÉ ES EL APRENDIZAJE MOTOR Y CUÁLES SON SUS MODELOS?
Se considera como aprendizaje motor a aquellos procesos internos que se relacionan con la ejecución de una tarea y que llevados a la práctica, conducen a la experiencia, dando como resultado el desarrollo de una habilidad. Los modelos que se utilizan para explicar dichos procesos cerebrales son el modelo de los tres estadíos de Fitts y Posner, el modelo de sistema de tres fases de Berstein y el modelo de dos fases de Gentile.
APLICACIONES CLÍNICAS EN NEURORREHABILITACIÓN.
La práctica clínica debe nutrirse constantemente del conocimiento científico. La finalidad es retroalimentar las estrategias terapéuticas existentes y proponer nuevas. Es así que las aplicaciones clínicas se basan en las teorías existentes previamente mencionadas.Entre las estrategias empleadas se encuentran las siguientes:
A) Estrategias de mejoramiento del control postural y del equilibrio: se encuentran basadas en el ejercicio físico, a las que se han añadido el Tai Chi, el entrenamiento sensorial y el entrenamiento en tarea doble. De igual forma, se han identificado otras posibles herramientas de reentrenamiento, de las cuales se investiga su validez para implementarlas, tal es el caso de la posturografía.
B) Estrategias para locomoción: están centradas en mejorar la marcha, y se basan en ejercicios físicos de estiramiento, fuerza y marcha, los cuales se han realizado de forma manual; sin embargo, hoy en día se han implementado nuevas formas, como las bandas elásticas, equipos isocinéticos y estimulación eléctrica. Otras técnicas que se utilizan con poca evidencia de su efectividad son las técnicas basadas en el concepto Bobath o en la facilitación neuromuscular propioceptiva.
C) Estrategias de manipulación: enfocadas en recuperar la función perdida del miembro superior, o en su caso, adquirir compensaciones. Las intervenciones pueden ir orientadas en 3 direcciones: 1) Dirigida a la deficiencia: se utilizan diversos ejercicios físicos. Sistemas isocinéticos de liberación miofascial o Tai Chi. También la bioretroalimentación, la electroestimulación eléctrica funcional y la reeducación sensorial. 2) Dirigida a recuperar una función: se emplean diversos programas de actividades, como los posturales. 3) Dirigida a la práctica de una tarea: desde la teoría ecológica se propone entrenar actividades de la vida diaria; también se utiliza la terapia por restricción del movimiento del lado sano, así como también el entrenamiento bilateral o bimanual.
Existen distintos aspectos que resulta necesario considerarlos en la neurorrehabilitación motora, debido a su influencia en el aprendizaje motor, como lo son las instrucciones verbales, mismas que contribuyen a mantener la atención en los objetivos fijados; las características y variabilidad de la práctica, entre las que se destaca la práctica distribuida con lapsos de descanso que facilitan el incremento de la transferencia del aprendizaje; la participación activa y la motivación, mismas que contribuyen a potenciar los procesos del aprendizaje adquirido; la posibilidad de cometer errores, hecho que brinda la oportunidad al paciente de identificar opciones para resolverlos, siendo éste un aprendizaje adicional útil; el control postural, que es la capacidad de mantener el dominio sobre la postura del cuerpo; la memoria, que resulta indispensable para adquirir aprendizaje; y la retroalimentación del movimiento, donde se destacan los dos tipos: intrínseco y extrínseco.
Escrito por Paula Josefina Sánchez Romero, Licenciada en Psicología.
Bibliografía. Cano de la Cuerda, R., Molero Sánchez, A. Carratalá Tejada, M., Alguacil Diego, I., Molina Rueda, F., Miangolarra Page, J., y otros. (2015). Teorías y modelos de control y aprendizaje motor. Aplicaciones clínicas en neurorrehabilitación. Neurología , 30 (1), 32-41.